Tus ojos me lo agradecerán

Buenas,

Hoy en día es innegable que estamos rodeados de pantallas.

Móviles, ordenadores, vayas publicitarias…

Incluso los retretes de japón tienen pantalla para controlar el chorrito de agua caliente.

Antes las madres decían a sus hijos: “mira a los dos lados antes de cruzar la calle“

Ahora dicen: “No te acerques tanto a la pantalla que te vas a quedar ciego“

Y dentro de 10 años (ahora también pasa) dirán: “Toma el móvil, haz lo que quieras y déjame en paz“

Pero lo cierto es que tus ojos se resienten más, no por la distancia a la pantalla, sino por el brillo de la misma.

No te voy a mentir, esto es algo que puedo decir basándome solo en mi propia experiencia y no en estudios.

Y para ello, te cuento una historia.

Hace algunos años vivía en un piso de estudiantes con dos compañeros más.

Cada algunos fines de semana nos íbamos a nuestras casas.

En uno de estos fines de semana que me quedé yo solo, se me ocurrió la brillante idea de verme todas las películas de Marvel seguidas porque en pocas semana se estrenaba la última, Los vengadores End Game.

Seguro que te suena y casi seguro que la has visto.

Creo recordar que eran como 22 películas.

A una media de 2 horas por película, una locura.

Ahora no me planteo siquiera hacer una estupidez como esa, además de que Marvel me ha dejado de gustar.

Volviendo a la historia, al acabar, recuerdo que fui al baño y al ver mis ojos en el espejo creía que los tenía llenos de sangre.

Literalmente, creía que me estaban sangrando.

Pero dos segundos después, me di cuenta de que “solo“ era rojez de la irritación.

De no dormir, por supuesto, pero también de estar 40 horas delante de una pantalla con un brillo muy alto.

La tele que teníamos en el salón tenía el brillo casi al máximo para que si le daba la luz del Sol, no se dejara de ver la imagen por el reflejo.

Pues imagínate eso por la noche a oscuras.

No sé como mis ojos aguantaron, de hecho, hoy en día sigo teniendo la vista realmente bien.

Después de ese episodio de maltrato ocular, he seguido sentándome delante de una pantalla prácticamente cada día desde entonces.

Y una media de 8-9 horas al día.

¿Y seguro que sigues teniendo la vista de antes? te preguntarás.

Pues sí.

Y mira que ahora la pantalla la tengo a escasos 40-50 cm de mi cara.

Lo que ha cambiado del episodio en el que casi me sangran los ojos a ahora, es que desde entonces siempre uso mi móvil y ordenador con el mínimo brillo posible.

El mínimo que me permita ver lo que estoy haciendo y nada más.

Y por eso conservo mi vista en perfecto estado.

Si quieres conservar tus ojos, baja el brillo de tus pantallas

Esta es la recomendación que te voy a dar hoy.

Porque, ¿de qué te sirve tanta mentalidad de trabajo duro hasta reventar si luego no puedes disfrutar de la vida porque tienes un filtro de borrosidad las 24 horas?

Luego veo a personas caminando por la calle con la cara totalmente iluminada por el brillo de sus móviles y pienso: “le haría menos daño mirar a un eclipse directamente“

Gracias por tu tiempo y nos vemos la semana que viene.

PD: Y si el monitor de tu ordenador tiene un brillo muy alto incluso al mínimo (como es mi caso), puedes instalar aplicaciones que reducen todavía más el brillo mínimo.

Solo tienes que poner screen dimmer en el buscador para que te salgan un montón de alternativas.