Para ser productivo necesitas estresarte

Buenas,

La palabra «estrés» tiene una connotación muy negativa.

Incluso leerla ahora mismo puede traerte recuerdos que no te gusta rememorar.

Pero en realidad, el estrés no es blanco o negro, como la mayoría de las cosas, existe en un espectro.

De hecho, tan malo es tener poco estrés como tener demasiado.

Lo que pasa, es que tenemos que aprender a aprovechar el estrés en nuestro beneficio en lugar de permitir que nos consuma.

Por eso, me gusta La Ley de Yerkes-Dodson, un modelo sencillo de la relación entre el rendimiento y el estrés.

Esta ley dice que el estrés y el rendimiento están positivamente correlacionados.

Pero sólo hasta cierto punto, a partir del cual más estrés reduce el rendimiento.

Imagínate una campana de Gauss.

Donde los extremos serían “muy poco estrés“ y “mucho estrés“ y en el centro se encontraría el equilibrio entre esos dos extremos.

Mira.

Estrés bajo: Este estado es necesario para la recuperación (la mayor parte de tus horas de vida), pero en general no favorece el rendimiento.

Es el estado en el que te encuentras cuando duermes.

O cuando ves una película.

Estrés óptimo: Es el nivel de «Ricitos de oro»: ni demasiado caliente ni demasiado frío, justo el adecuado.

Cuando te encuentras en este estado, estás lo suficientemente despierto y ágil mentalmente para cualquier tipo de tarea.

Estrés elevado: Es la posición de estrés excesivo en la que nos encontramos a menudo.

Una reunión, llevar a los niños al cole, hablar con tu casero porque no va el agua caliente…

Y después de eso, ponte tú a ser productivo.

Obviamente, este estado nos sobrecarga mentalmente.

Seguro que has escuchado la frase de “el mundo está lleno de problemas y tu decides cómo afrontarlos“.

Pero nadie te dice lo que viene después.

Bueno, pues lo que viene después, es que según cómo afrontes esos problemas, tu estrés se encontrará en alguno de los tres puntos anteriores.

El primero, sería una indiferencia casi absoluta hacia el mundo.

El tercero, indica que te preocupas por casi todo y demasiado.

El segundo, es el estado donde se determina si tienes una relación sana (si se puede decir así) con el estrés.

La productividad se logra en gran medida gracias a un estrés óptimo.

Por eso nos ponemos fechas límites.

Y por eso nos comprometemos con alguien más a cumplir nuestra meta, sea la que sea.

La pregunta no es cómo eliminar el estés de tu vida, la pregunta es cómo puedes aprovechar cada tipo de estrés en cada momento.

Gracias por tu tiempo y nos vemos la semana que viene.