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No persigas la luz si estás ciego
Buenas,
Hoy vengo a hablarte de los fundamentos.
Esos olvidados que una vez los aprendemos, los escondemos en un rincón.
Como las pelusas de debajo de la cama.
Por cierto, limpia debajo de la cama.
Los fundamentos son los pilares de toda habilidad.
Las leyes por las que se rige eso que estás aprendiendo.
Ya sea Notion o lo que quieras.
Y al aprender algo, pasa algo muy interesante, al principio cuando aprendes lo básico, te crees que ya eres un experto.
Pero cuando te adentras en profundidad, te olvidas de los principios básicos y cometes errores.
Por ejemplo, es posible que realices entrenamientos intensos en el gimnasio, pero al ir por la mitad del entrenamiento tu técnica caiga al nivel de un mono borracho, o peor, de un crossfitero haciendo dominadas.
Es posible que dediques largas horas a sesiones de trabajo profundas, pero que olvides programar tiempo para el descanso necesario para asimilar lo aprendido.
O puede que consumas numerosos cursos y libros, pero pases por alto la importancia de la reflexión y la acción.
Y con la productividad pasa lo mismo, que llega un momento donde nos olvidamos de lo principal.
Te lo demuestro con el camino de la productividad que recorre una persona, que por cierto, es circular.
Mira.
La entrada.
Cuando te metes en este mundillo todo es muy bonito y brillante.
Vas a ser más eficiente, vas a sacar mucho más trabajo en menos tiempo, vas a ser un máquina que nada la va a detener hasta llegar a sus objetivos…
Esa es la teoría.
El momento de iluminación.
Cuando te das cuenta de que la teoría no te va a hacer productivo y te das cuenta de que tienes que poner de tu parte.
Vamos, que si no mueves el culo nadie lo va a hacer por ti.
El momento que todos sabemos que debe llegar pero que mucha gente elude.
Esa es la práctica.
El burnout.
Cuando te obsesionas con hacer las cosas cada vez más complicadas para avanzar más rápido y llegar más lejos.
Es aquí donde perdemos de vista el camino que llevamos recorrido y de dónde venimos, perdemos de vista los fundamentos.
Persigues una luz que te han dicho que existe pero que tu noves porque estas ciego creyendo que tienes la solución.
En vez de escuchar a las personas que ya han recorrido ese mismo camino que tu quieres recorrer.
La vuelta a los inicios.
Aquí es donde se cierra el círculo y se produce el segundo momento de iluminación.
Donde por fin nos damos cuenta de que sin la base de los principios básicos, no vamos a ninguna parte.
Los fundamentos, por lo general, son el 80%-90% del éxito y el resto son solo detalles complejos.
Si dominas los fundamentos y te adhieres a ellos, podrás dominar la habilidad que quieras.
Lo que pasa es que los fundamentos son pocos y muy importantes y los detalles son muchos y demasiado enrevesados.
Una especie de ley de Pareto de los principios fundamentales.
Y malgastar tu tiempo con los detalles no te va a llevar a ningún lado.
Hazme caso.
Los fundamentos tienen un retorno alto.
Los detalles son para personas inseguras.
Gracias por tu tiempo y nos vemos la semana que viene.