No lo hagas fácil, hazlo fácil

Buenas,

En este email quiero que estés muy atento.

No porque vaya a ser difícil.

Si no porque este tema es muy importante que lo entiendas bien.

La diferencia entre hacer algo fácil y hacerlo sencillo.

Fácil: hacer algo de esta manera significa no querer esforzarse (según yo, claro).

Sencillo: hacer algo de esta manera significa simplificar, eliminar lo que no vale y centrarse en lo realmente importante (vuelve a ser mi opinión).

Esto está muy ligado a los objetivos cortoplacistas.

A los hábitos diarios.

Y a las tareas que tienes que hacer cada día.

Siempre habrás oído hablar de que tienes que implementar los tres puntos que te he comentado arriba de forma sencilla o fácil.

La gente utiliza las dos palabras indistintamente como si fueran exactamente iguales.

Y por eso, cuando consigues los resultados de todo tu trabajo, éstos son paupérrimos.

Claro.

Porque has trabajado de forma fácil.

No de forma sencilla.

Cuando haces las cosas de forma fácil, lo que realmente estás haciendo es trabajar lo menos posible para no gastar mucha energía (la ley del mínimo esfuerzo).

Cuando trabajas de forma sencilla tienes esto en mente: “¿Qué es lo más importante de esta tarea, hábito o meta?“

Y al descubrirlo ya sabes que todo lo demás es secundario y prescindible.

Recuerda que:

Hacerlo fácil = camino del mínimo esfuerzo

Hacerlo sencillo = trabajar de forma inteligente

Gracias por tu tiempo y nos vemos la semana que viene.

PD: Este ha sido un email cortito, fácil, sencillo, simple y claro.