No hagas caso a los gurús

Buenas,

La semana pasada hablé del Pomodoro y su contraparte el Antipomodoro.

Te dije las ventajas que tenía.

Y que yo sigo usando la técnica tradicional.

Pero también te dije que a mi manera.

Porque como digo en el título de este email, no debes hacer caso siempre a los gurús.

Incluso si esa persona ha inventado lo que tu estás utilizando.

Porque todos tenemos una forma distinta de trabajar.

Esto nos hace únicos.

Y por ello, una fórmula genérica no funciona.

¡Ojo!

Esa fórmula genérica es por algo, porque a la gran mayoría le funciona más o menos.

Pero que algo funcione más o menos no es igual a que te funcione a ti.

Lo que dice es que te tienes que adaptar tu a ella para que funcione (más o menos claro).

Pero esto la gente no lo entiende y abrazan ese hábito productivo como el santo grial.

Sin darse cuenta de que siempre hay que hacer modificaciones para que esa fórmula se adapte a ellos.

Y eso mismo pasa con el Pomodoro.

La gente que empieza con esta técnica de trabajo se obsesiona con hacer 25 minutos enfocados y 5 de descanso.

Independientemente de cualquier cosa.

Sea lo que sea.

Que sabes que puedes aguantar más, ni caso. 25 y 5 minutos.

Que sabes que podrías entrar en flow si aguantas 35 minutos, ni caso. 25 y 5 minutos.

Que sabes que podrías acabar la tarea si sigues 10 minutos más y así no partirla en dos, ni caso. 25 y 5 minutos.

Y con tal de hacer caso al gurú, no se dan cuenta de que si hicieran un Pomodoro de 40 minutos serían mucho más productivos.

Más eficientes.

Más felices.

Por eso, cuando escuché por primera vez que el Pomodoro era de 25 minutos, yo pasé de él.

Cogí la idea de tener bloques de tiempo.

Eso sí me parecía útil.

Pero con la duración que a mí me conviniese.

Por eso ahora hago un Pomodoro de 50 minutos y 10 minutos de descanso.

Sin necesidad de hacer un descanso más amplio cada cuatro ciclos.

Pero no tomes estos tiempos como algo inamovible.

Te explico por qué yo hago esto y luego tú decides.

Lo primero es que sé que puedo aguantar centrado durante más tiempo que esos 25 minutos.

Puedes usar un cronómetro para medir tu tiempo de enfoque y a partir de ahí hacer tu propio Pomodoro.

Incluso puedes tener un periodo diferente de concentración para diferentes partes del día, uno para la mañana y otro para la tarde.

¿Por qué no? Es tu Pomodoro.

Lo segundo por lo que tengo estos tiempos delimitados de esa forma es porque no me importa dejar una tarea a medias sabiendo que en 10 minutos continuo.

Puedo dejar de pensar en ella y centrarme en otra cosa sin problema.

Por lo que esto no es un problema para mi.

Y por último, he encontrado un equilibrio bastante bueno de descanso con respecto al tiempo de trabajo.

Ya que así me quito el descanso largo cada 4 Pomodoros de 25 minutos que se recomienda generalmente.

Y todo encaja perfecto en un bloque de trabajo de 4 horas.

Pero si creías que no me saltaba mis reglas, estás muy equivocado.

Por supuesto que tengo excepciones.

Por ejemplo, cuando no quiero dejar una tarea a medias porque sé que luego se me va a olvidar dónde me quedé.

Sobre todo me pasa cuando esa tarea es más creativa que mecánica.

Así que ahora ya sabes cómo utilizo el Pomodoro.

Y puede que te haya dado alguna pista para poder hacer el tuyo propio.

Con tus tiempos y excepciones.

Gracias por tu tiempo y nos vemos la semana que viene.

PD: Me acabo de dar cuenta de que puedes usar el Antipomodoro de primeras para subir tu tiempo de concentración y cuando llegues al límite, puedes usar ese límite como el tiempo principal de tu Pomodoro normal.