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¿Mozart se haría reguetonero hoy en día?
Buenas,
Hoy vengo hablarte de “La música”.
La música para concentrarte y aumentar tu productividad.
¿El regueton?
No, eso es ruido.
Como a mí me gusta decir, el regueton es técnicamente música solo porque tiene notas musicales.
Pero tranquilo, no te enfades que puedes seguir escuchándolo.
Hoy vengo a hablar de la música clásica y Mozart.
Ya que gracias a un estudio de la Universidad de California en 1993 dejó claro que la escucha de este maestro clásico mejoraba temporalmente la capacidad del razonamiento espacial de las personas.
Y poco después de ese estudio, otro de la Journal Thinking Skills and Creativity descubrió que las personas mejoraban sus capacidades creativas escuchando música con ruido ambiental moderado, como pistas instrumentales o sonidos de la naturaleza.
También es sabido que la música binaural de 40hz ayuda a la concentración.
En resumen, la música binaural de 40hz, la música clásica o los sonidos de la naturaleza son la mejor forma de aumentar tu concentración y por ende, tu productividad.
¿Y por qué?
Bueno, pues porque todos estos sonidos son sonidos sin muchos altibajos, bastante monótonos y sin letra.
Estos sonidos constantes también te pueden ayudar a quedarte dormido porque te sumen en un estado de calma.
Y si ese estado de calma lo trasladas a un estado de foco y concentración en la tarea que quieras realizar…
…ahí lo tienes, una mayor productividad.
Pero sabes que no me voy a quedar con esto así tal cual.
Habrá que darle un toque personal y mejorar lo que dicen los estudios.
Las “listas de productividad musical”, así he llamado a las listas de reproducción que puedes crear para entrar en este estado de productividad.
Por ejemplo, puedes poner una canción vibrante y llena de energía al principio de la lista de reproducción para motivarte y después la música clásica o lo que tu quieras.
Incluso puedes añadir una canción de este estilo más cañero cada cierto tiempo, así de forma automática tendrás un periodo más largo de música para concentrarte y de vez en cuando un chute de energía.
¿Pero quién ha dicho que solo se puede usar música clásica, binaural o sonidos de lluvia, océano, pájaros…?
Pues tu Guille.
Tonterías.
Porque también puedes ponerte bandas sonoras de tus películas favoritas.
Y si tienen letra, las puedes quitar para quedarte solo con la música.
Por lo tanto, si eliges sabiamente, las melodías adecuadas pueden mejorar tu estado de ánimo, aumentar tu motivación y estimular tu creatividad.
Sin embargo, la clave está en encontrar el equilibrio adecuado entre familiaridad, novedad, ritmo y tempo.
Para así crear una atmósfera de trabajo óptima.
Gracias por tu tiempo y nos vemos la semana que viene.