Las dos caras de la productividad

Buenas

Este domingo vengo a hablarte del Dr. Jekyll y Mr. Hyde.

Seguro que has oído hablar de esta historia o incluso la has leído.

Yo la leí en inglés cuando estuve haciendo la ESO.

Pero vamos a lo importante.

¿Qué tiene que ver todo esto con la productividad?

Muy sencillo.

La productividad se puede dividir en dos “caras“.

La primera cara es donde encontramos los trucos de productividad como el bloqueo del tiempo, la técnica Pomodoro y el método del segundo cerebro.

Y la segunda cara incluye los aspectos intangibles de la productividad: la disciplina, la constancia y ser sincero con uno mismo.

Y no, aquí no hay ningún alter ego malvado.

Pero sí que hay una cara más engañosa que la otra.

Y sí, me refiero a la primera.

Porque detrás de esa cara, o mejor dicho, careta, se esconde una realidad oscura.

A menudo, las técnicas de productividad son presentadas como si fueran la única solución.

Vendiéndose como métodos probados científicamente.

Y sí, por supuesto que son efectivas, pero al igual que son útiles, también son prescindibles.

 

El problema es que su brillo es tan intenso que ciega y no permite ver la otra cara.

La que nadie quiere ver, la fea, la que permanece a la sombra.

Donde se encuentran las habilidades intangibles.

Porque sí, la disciplina, la constancia y ser honesto contigo mismo, entre otras, son habilidades que tienes que aprender tú.

Algunos las aprenden por las malas (la mayoría, incluyéndome a mí) y otros por las buenas.

Y son estas habilidades las que no puedes dejar de lado.

Porque de ellas depende tener una base sólida para que las técnicas de productividad funcionen.

Las habilidades son el mármol y las técnicas el cincel

Si el mármol está agrietado, la escultura se rompe incluso antes de empezar.

Pero si el cincel no está bien afilado, solo tardarás un poco más en terminar.

Gracias por tu tiempo y nos vemos la semana que viene.