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Extremadamente simple y tremendamente detallado
Buenas,
El concepto del que te voy a hablar hoy puede ser muy potente si lo aplicas bien.
Y si lo aplicas, a secas, ya sería genial.
Lo bueno de este concepto es que lo puedes extrapolar a cualquier ámbito o área de tu vida.
Productividad, finanzas, ejercicio, trabajo, estudios…
Lo podrías implementar incluso para hacer la cama.
Y para presentarte este concepto, quiero que pienses en una tarea.
Da igual si es simple o complicada.
Eso sí, que tenga al menos 3 o 4 pasos.
¿La tienes?
Bueno, pues ahora céntrate en todos los pasos que contiene esa tarea y elimina los innecesarios.
Elimina los pasos superfluos que no aportan nada
Elimina los pasos que se podrían hacer combinándolos con otros
Elimina los pasos que que los pueden hacer otros o que se pueden hacer más adelante.
Lo que quiero es que dejes esa tarea al mínimo.
Con lo justo y necesario para que pueda ser realizada.
Esa es la primera parte.
Y la segunda es detallar cada paso que te ha quedado.
Coge todas las acciones que se requieren para llevar a cavo la tarea y ponte a pensar cómo las vas a hacer, dónde, por qué, con quién…
Quiero que seas lo más preciso posible.
Si tienes que escribirlo en un papel, hazlo.
Y si son necesarias 18 páginas por las dos caras, hazlo.
Como diría Ross, el de Friends.
Si entiendes la referencia, es porque viviste una buena época o te gustan las buenas series.
En todo caso, estos son los dos pasos imprescindibles para poder realizar cualquier tarea.
Independientemente de la que sea.
Ya sea ser más productivo, buscar la excelencia en lo que haces, no procrastinar…
Lo bueno que tiene, es que para todas las situaciones de arriba funciona la misma fórmula.
Mantenlo extremadamente simple y tremendamente detallado
La primera parte elimina todas las fricciones que puede generar una tarea con demasiados pasos para alcanzarla.
Lo que te ayuda a tomar acción ya.
No te paraliza por ver una montaña de trabajo.
Y no te dispersas en detalles superfluos que no aportan nada.
La segunda parte es la que te hace no paralizarte por no saber qué hacer.
Seguro que alguna vez te ha pasado que te has puesto a trabajar, has abierto tu lista de tareas y todas eran muy genéricas, amplias y sin detallar.
Por lo que tu mente se empieza a dispersar.
Y lo peor de todo, empiezas a pensar.
Digo que es lo peor de todo porque en este punto donde te sientas a trabajar, no tendrías que pensar, solo actuar.
La planificación se hace antes de empezar a trabajar.
Para luego solo ir tachando tareas.
Recuerda:
Si simplificas los pasos, reduces el tiempo de planificación.
Si detallas los pasos, reduces las posibilidades de inacción.
Y si juntas estas dos ideas, aumentas tus posibilidades de éxito.
Gracias por tu tiempo y nos vemos la semana que viene.