Evitar los peligros de los consejos

Buenas,

Hoy te voy a hablar de los peligros que ocultan esos consejos bienintencionados que te da tu mejor a migo, tu madre o cualquier youtuber en el video de “Cómo ser millonario en 2025“

Tranquilo que tu madre no quiere venderte un curso, pero puede que sus consejos no sean los mejores.

Te explico.

Cuando una persona da un consejo a otra, lo único que está haciendo es darle su mapa de la realidad para que navegue por la suya.

Las cuales, como es obvio, son distintas.

Pero no me malinterpretes, sí que existe una realidad única y objetiva.

Lo que pasa, es que cada uno tiene sus sesgos originados a partir de su experiencia personal y única.

Eso sí cambia de persona a persona.

Cuando alguien ve la realidad a través de sus ojos “contamina” esa verdad.

Al decir a alguien lo que debería hacer, porque es algo que le funcionó, sería demasiado parecido a un ciego guiando a otro ciego.

Lo que para uno es verdad, para otro puede ser un desastre.

Por eso no debes centrarte en el consejo en sí, sino en la verdad objetiva que se esconde tras él.

Cuando pides consejo, lo más probable es que la gente se centre en lo concreto, a contarte exactamente cómo han conseguido algo.

Los pasos que dieron, por qué los dieron, cuando, donde…

Lo que no tienen en cuenta es que tú no tienes las mismas habilidades que él, no es el mismo momento, el entorno no es el mismo…

Por lo que la especificidad es el verdadero problema: tu mundo es muy distinto del suyo.

Así que no puedes aplicar exactamente el mismo protocolo o los mismos pasos y conseguir el mismo resultado.

Mi consejo (irónico, lo sé):

Cuando des o recibas consejos, céntrate en lo general, no en lo específico.

Como te dije antes, intenta ver la verdad oculta y eliminar los filtros que puedan estar desdibujando la idea principal.

Tanto si eres el que recibe el consejo como si eres el que lo da.

Así es exactamente como yo sorteo los peligros de los consejos.

Gracias por tu tiempo y nos vemos la semana que viene.