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Apple y el placer de la anticipación
Buenas,
Hoy te voy a hablar de la anticipación.
La anticipación es esa emoción tan brillante que nos deslumbra antes de conseguir algo.
Ya sea algo material o un logro personal.
Pero antes de nada, déjame que te cuente una historia.
Desde hace algunos días se me ha metido en la cabeza comprarme un ordenador.
El mío ya tiene 6 años y, aunque no va mal, ya se le notan los años.
Por eso, he estado mirando ordenadores estos últimos días.
Y, aunque siempre he sido de Windows, Apple me ha estado tentando.
Tentando con su diseño minimalista.
Con la idea de que el sistema operativo es muy fluido.
Con el hecho de sus nuevos procesadores ultra potentes.
Y con su manzana mordida.
El camino que seguí fue este:
Primero valoré comprarme el Mac mini (el básico).
Después me encapriché del Mac mini (pero el de gama más alta).
Y después, me envenené con el Mac Studio.
Con la escusa de que: “bueno, es para trabajar“.
Pero en realidad lo que pasaba es que el placer de la anticipación me estaba embriagando.
Seguro que a ti te ha pasado que, al soñar con tener o alcanzar eso que tanto querías, tu sistema del placer se disparaba.
Pero, en cuanto lo conseguías, dejaba de hacerte sentir ese placer.
Y es por eso que al final no me compré el ordenador.
Me di cuenta de que había otras cosas más importantes en las que podía invertir ese dinero.
Además, como te dije antes, mi ordenador todavía funciona bastante bien.
Este es el poder de la anticipación.
Te empiezas a imaginar en tu cabeza todo lo que vas a hacer con tu nuevo ordenador (o cualquier otra cosa).
Cómo vas a disfrutar con su sistema operativo y su procesador ultra potente.
Lo contento que te vas a sentir al usarlo todos los días.
Pero a la hora de la verdad, cuando lo tienes en las manos, te das cuenta de que no era para tanto.
Lo normalizas y lo metes en el cajón de “bueno, no está mal“ y al día siguiente ya estás pensando en la próxima cosa brillante que se te ha cruzado por la mente.
Esto es muy peligroso porque siempre estás persiguiendo objetivos para alcanzar ese placer que te da la anticipación.
Y por eso es tan importante tener objetivos claros y concisos.
Ahora, mi nuevo modo de operar es que, si creo que quiero algo, me espero un tiempo para reflexionar y valorar si es lo que realmente quiero.
No acabes adicto al placer de la anticipación.
Te llevará de un lugar a otro y cada vez más alejado de lo que realmente te importa.
Con las manos y el ego llenos pero con una vida carente de plenitud.
Gracias por tu tiempo y nos vemos la semana que viene.